Nunca antes la humanidad ha estada sometida a tanta cantidad y variedad de información que como en la actualidad. Entre los términos que han nacido en los últimos años, tenemos uno cada vez más común: Infoxicación. Es la condición y realidad en la que cada día más personas llegan a puntos de sobrecarga de información a través de diversos medios.
Antes del desarrollo de internet, cuando un ser humano necesitaba de alguna información tenía que ir a la búsqueda de la misma, hoy en día es la información la que nos busca, basta con escribir una palabra en el buscador de Google y nos bombardearán con informaciones publicitarias, mensajes y recomendaciones relacionadas con la misma.
¿Cómo hacer para no ‘intoxicarnos” con tanta información?
Pues las Neurociencias nos hablan de unos de los procesos cerebrales más importantes e interesantes en el cerebro humano: la atención.
El mundo que nos rodea existe independiente de nuestra voluntad y nos envía constantemente miles de estímulos de los cuales somos conscientes solo aquellos que le prestamos atención, por lo que podemos decir que el mundo que realmente existe para nosotros es aquel al cual nosotros les prestamos atención.
¿No les ha pasado que alguien ha estado compartiendo el mismo escenario donde usted está por mucho tiempo y nunca lo ha notado hasta que un día por alguna situación se conocen y a partir de ese momento siempre se detectan?, increíble ¿no?, sobre todo saber que esa persona siempre existió, pero no para usted.
Debemos entonces de ‘prestar atención a lo que le prestamos atención” sobre todo porque la atención es uno de los procesos que más energía cerebral consume, esto explica por qué si estamos cansados a pesar de sentarnos para ver nuestra serie de Netflix favorita nos cuesta muchísimo prestarle atención y ¡hasta nos quedamos dormidos!!!
¿Les comparto algunas sugerencias para evitar la Infoxicación?
1ra- Saber qué tipo de contenidos de informaciones nos interesa, esto nos ayuda a filtrar más fácil las informaciones que nos llegan y la atención que les brindamos.
2do-Dentro de las informaciones que me interesan establecer prioridades atencionales desde el punto de vista de la utilidad o beneficio a corto, mediano o largo plazo que podamos obtener de las mismas, ejemplo: esta noticia es interesante, sin embargo, no tendrá utilidad para mí ahora sino para dentro de 6 meses, pues ya sé dónde puedo acceder a ella cuando la necesite.
3ro-Consultar la veracidad de las fuentes de las informaciones que le prestamos atención, así vamos estableciendo filtros atencionales, por ejemplo, sobre este tema solo presto atención a informaciones que provienen de estos emisores específicos.
4to-Considerar el poder que le damos a las informaciones que nos llaman la atención en cuanto a cómo estas pueden influenciar en nuestros pensamientos, creencias, emociones y conductas.
5to y no menos importante darle valor a nuestra atención pues es uno de los recursos más significativos que tenemos pues, todo aquello que esté en nuestro foco atencional existirá y condicionará nuestros pensamientos, mis emociones y conductas en la vida.
Debemos poder controlar el tipo cantidad y calidad de las informaciones que nos llegan para que estas no sean las que controlen el tipo y calidad de nuestras vidas. Considero que una de las mayores libertades que un ser humano puede gozar en su vida es la de elegir la dirección de su foco atencional.
Gracias por prestar atención a este artículo pues a partir de ahora yo empiezo a existir para ti y espero que por mucho tiempo más.
Por: Osvaldo Torres Cruz, Master en Neurociencias y Director Fundador Consultora Hotelería de la Experiencia, especial para Online Plus