Punta Cana, RD.- Aunque no es tarea fácil, los negocios hoteleros siempre están pensando en encontrar la fórmula mágica para garantizar una diferenciación real y, en consecuencia, las ventajas competitivas para el sector del mercado al que ofrecen sus productos y servicios relacionados
En este documento, quiero compartir algunos problemas en los que los hoteles pueden enfocarse para lograr convertir la estadía de sus invitados en experiencias holísticas positivas que es, sin duda, el factor diferenciador por excelencia en el mercado turístico actual.
1- La importancia del ¨ser¨:
Considere que uno de los principales objetivos de una empresa hotelera es mejorar la calidad de vida de cada uno de los seres humanos con los que interactúa, haciéndolos alcanzar el estado emocional ideal para sentirse de la manera que deseen, hacer lo que les gusta y, por tanto, lograr lo que sueñan.
Hacer que el producto hotelero y sus servicios relacionados sean el medio a través del cual tanto huéspedes como trabajadores puedan lograr sus objetivos como seres humanos conducirá, sin duda, a establecer fuertes vínculos con en el contexto (hotel) en que sus sueños se hacen realidad.
2- La sensibilidad de los servicios:
Todos estamos constantemente reaccionando a la gran cantidad de estímulos del mundo que nos rodea, a fin de adaptarnos a ella, para lograr nuestro bienestar y supervivencia. Sin embargo, las respuestas a estos estímulos en términos de comportamiento varían, dependiendo de su impacto afectivo y las emociones y sentimientos generados por ellos.
Si conseguimos que todos los productos hoteleros y sus servicios relacionados se conviertan en potenciadores de una afectividad con una valencia positiva, entonces consolidaremos la necesidad del huésped de consumirlos y, por lo tanto, su demanda. Por otro lado, como los servicios del hotel son ofrecidos por el personal del hotel, esta afectividad positiva generará un marco interactivo apropiado para reforzar las relaciones entre ellos y los huéspedes que consumen esos servicios.
3- La capacidad de fomentar:
Muchas empresas hoteleras tienen objetivos bien definidos, pero siguen estancadas en su intento de cumplirlos. Una de las razones por las que esto sucede es que no han visualizado la necesidad de incentivar a sus trabajadores para lograrlo.
Para que una empresa hotelera pueda diferenciarse en el mercado debe de hacer algo diferente a lo que se viene haciendo y tomar otro rumbo lleno de desafíos, de inciertos, de miedos por lo que la primera respuesta sus trabajadores darán a este cambio será negativa, siguiendo las reglas dictadas por sus cerebros.
Este es entonces el momento en que tenemos que animarlos a cambiar a través de la visualización de recompensas que llegarán producto de las nuevas conductas manifestadas.
4- Crear visiones inspiradoras y compartidas.
La visión de una empresa define sus metas futuras. Estos objetivos tienen que ser realistas y alcanzables para que la visión propuesta tiene un carácter inspirador y motivador.
Para definir la visión de un negocio, ayuda responder las siguientes preguntas: ¿Qué quiero lograr?, ¿Dónde quiero estar en el futuro?, ¿Para quién haré esto?, ¿Qué beneficios obtendré a través de esto?, sin embargo, estas preguntas también deben ser respondidas por los trabajadores.
La correlación entre las respuestas de la empresa y la de sus empleados determinará el auténtico compromiso de los trabajadores creando imágenes compartidas del futuro esperado.
Una visión compartida genera concentración y energía para enfrentar todos los desafíos en el camino hacia éxito, pues la visión individual de cada trabajador generará declaraciones de transformación adecuadas al mundo actual (misión), necesario para pensar en los patrones de práctica a seguir con voluntad hacia la excelencia.
5- La velocidad de aprendizaje:
Según los especialistas, el conocimiento de la especie humana varía cada vez más rápido, por lo que hay que estar actualizado constantemente. Las incorporaciones continuas de nuevos conocimientos a un negocio hotelero no sólo ayudan a su desarrollo, sino también a su flexibilidad y adaptación a las constantes fluctuaciones del mercado y a preparar el negocio desde diferentes perspectivas, aumentando así su capacidad de respuesta.
La educación y formación sistemática del personal del hotel ayudará a:
1- Incrementar la capacidad de los individuos para tomar decisiones efectivas y resolver problemas.
2- Fomentar el pensamiento reflexivo y crítico.
3- Convertir la innovación en una estrategia básica para el crecimiento empresarial constante.
En un rápido proceso de aprendizaje, la organización se convierte en una comunidad de pensadores y hacedores, por lo que rompiendo el paradigma de que solo los niveles superiores piensan y los inferiores ejecutan. un hotel que aprende es un hotel vivo, en constante cambio y transformación, que se convertirá en fuente de atención y atracción a sus clientes y trabajadores.
6- Desarrollo de un pensamiento sistémico
Pensar en un hotel como un sistema significa considerar que cada uno de sus departamentos están interrelacionados de tal manera que se condicionan y se apoyan mutuamente. La creación del pensamiento, la percepción y la las sinergias de comportamiento en cada departamento generarán un resultado sistémico.
Si se piensa en un hotel como el escenario generador de procesos y estos, a su vez, son vistos moviéndose e interactuando entre sí, entonces, la suma de esta interacción determinará la supervivencia y el éxito de todo el sistema.
La existencia de territorios y fronteras, unilateralismo, incapacidad comunicacional y relacional entre los departamentos del hotel aumenta los niveles de toxicidad del hotel como sistema y frena su desarrollo.
Por Osvaldo Torres Cruz especial para Online Plus