Punta Cana, RD.- Si te hablamos de República Dominicana, lo primero que se nos viene a la mente son sus costas bañadas de aguas turquesas y enmarcadas por palmeras que parecen extenderse hasta el cielo.
Es un destino que seduce a distintos perfiles de turistas, ya que por momentos se muestra vibrante y por otros completamente sereno; en algunos aspectos es moderno y en otros profundamente tradicionalista, pero siempre ostenta su inquebrantable belleza natural.
Pero República Dominicana es mucho más que eso, ya que la isla es productora y exportadora de uno del café más codiciados del mundo.
El Café en República Dominicana
Sus plantaciones del grano datan del siglo XVIII y por mucho tiempo, han sido uno de los cultivos de exportación tradicionales.
Aunque gran parte del café que se produce en la República Dominicana se exporta a otros países, el consumo local es considerablemente alto. Esto genera la necesidad de importar el producto y mezclar cafés de otros orígenes con el grano dominicano.
El café es uno de los productos agrícolas más comercializados en los mercados internacionales. Los países centroamericanos y la República Dominicana son miembros exportadores de la Organización Internacional del Café (OIC), la principal organización intergubernamental que se ocupa de resolver, mediante la cooperación internacional, los desafíos del sector. Los L 24 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) miembros de la OIC representan el 97% de la producción mundial y más del 80% del consumo mundial de café.
La CEPAL, el Instituto Dominicano del Café (INDOCAFE) y el Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio de la Republica Dominicana (CNCCMDL) lanzaron el Fortalecimiento de la cadena de valor de café en dicho país, en respuesta al cambio climático, resultado de un programa de cooperación técnica iniciado en 2017 entre las tres instituciones.
El café, al igual que muchos otros cultivos, presenta un ciclo alternante de producciones altas y bajas en años sucesivos, que se conoce como variación bienal. No obstante, diversos factores adicionales contribuyen a la inestabilidad de la producción mundial en las últimas décadas, especialmente por factores climatológicos adversos, lo que se ha reflejado en la elevada volatilidad de las cotizaciones internacionales de este producto.
Las heladas que afectaron a la producción en el Brasil en 1994, la falta de lluvia y temperaturas muy altas en varias regiones productoras y la presencia de la roya en Centroamérica entre 2013 y 2014. Son Algunos ejemplos.
El precio del café arábica de diversos orígenes se establece como diferencial en relación con los precios de futuros cotizados en la bolsa de café, azúcar y cacao de Nueva York.
El precio de referencia para el café robusta se establece en el Mercado financiero internacional de futuros y opciones de Londres. En el mercado internacional del café la oferta se caracteriza por ser inelástica en el corto plazo y elástica en el largo plazo, debido a que lleva varios años para que los árboles nuevos sean productivos. La demanda es inelástica. Una situación de escasez de oferta da como resultado altos precios sin una reducción significativa del consumo.
En cuanto a las exportaciones
Debido a su alta calidad, el café dominicano es demandado en los mercados internacionales, valorado en los nichos de mercados especiales y buscado por las compañías tostadoras a nivel mundial para utilizarlo como materia prima que mejora la expresión de los atributos en la taza de un café (performance).
Algunos ejemplos de este reconocimiento son el galardón Sello de Oro en París (Francia) en junio de 2004 al café Perla Negra, el tercer lugar en la celebración de la Copa Mundial de Café Siphon de Taiwán (China), en julio de 2011, el reconocimiento por la Unión Europea como una Denominación de Origen Protegida (DOP) al café tipo Valdesia, en junio de 2016. Pese a sus condiciones de calidad reconocidas a nivel internacional, el café destinado a la exportación se ha reducido en forma significativa debido a la baja producción nacional.
El volumen de exportación de café verde ha sido menor a 3.000 toneladas desde 2002, muy inferior al promedio de 38.500 toneladas anuales (849.000 quintales) en el período 1975-1984 (Jiménez y otros, 2007).
En el 2022 La industria del café (tostado, torrado y molienda del café) registró entre enero y junio por concepto de ventas totales un monto de RD$3,671.7 millones, para un crecimiento de 16.9% con respecto al mismo período del 2021.
Dominicana ha exportado durante el período enero-julio del año paso un total de USD$10.02 millones, 35.4% café sin tostar y descafeinar y un 64.6% industrial, con un crecimiento de 72.9% respecto al mismo período del 2021.
En clave aclarar que la industria dominicana del café emplea alrededor de 1,307 trabajadores formales.
Los principales destinos de la exportación del café dominicano son Estados Unidos, Japón, Italia y, en menor medida, otros países europeos. Aunque en el país se cultivan muchas variedades de Coffea arabica, las dos variedades más difusas son Typica y Caturra.
Aunque la producción de café se ha visto influenciada por factores como el cambio climático que ocasionó el brote de roya, llevando el sector a la crisis, la llegada de nuevas variedades de café, tanto importadas como utilizadas para renovar los cafetales, y los híbridos, podría ser algo positivo.
Sus cafeterías desempeñan un papel fundamental en la capacitación de los consumidores y profesionales del sector para promover el consumo de café de calidad y animar a la experimentación en casa y en la oficina, que son los espacios principales de consumo de café.
Además, la curiosidad y las distintas ofertas locales son los motores que incentivan a los dominicanos y a extranjeros a elegir los sabores de la tierra.
Por: Lionel Paredes especial para Online Plus