Bávaro–Punta Cana, principal receptor de turismo de la República Dominicana con un 74 % de la llegada total de visitantes internacionales, enfrenta una realidad alarmante: el distrito turístico más importante del Caribe sigue sin recibir inversiones estatales proporcionales a su peso en la economía nacional y de su exponencial crecimiento.
La última gran obra de infraestructura financiada por el Estado en la zona fue el Bulevar Turístico del Este, inaugurado hace más de 12 años. Desde entonces, el crecimiento acelerado —tanto en turismo como en población y empresas— ha dejado a la comunidad en una situación de colapso en áreas clave como infraestructura vial, salud, educación y espacios de esparcimiento.
Mientras tanto, la única obra víal de gran envergadura en curso es iniciativa del sector privado: el elevado de Punta Cana, impulsado y financiado por el Grupo Puntacana.
A este panorama se suma la falta de acción del ayuntamiento local Verón – Punta Cana, que en casi 10 años de gestión de Ramón Antonio Ramírez –Manolito- no ha ejecutado mejoras relevantes en beneficio de la comunidad. El distrito, que concentra el mayor flujo de turistas del país, no tiene logros que mostrar en términos de infraestructura básica ni de calidad de vida para sus habitantes.
Los constantes accidentes mortales en carreteras deterioradas son solo una muestra del precio que paga la población por esta desatención.
Promesas que no se cumplen
Desde el Gobierno central y el Ministerio de Turismo se ha prometido reiteradamente la ejecución de un Plan de Ordenamiento y Mejoras para la zona de Bávaro–Punta Cana. Sin embargo, la comunidad sigue a la espera, mientras las necesidades crecen a un ritmo mucho mayor que las respuestas oficiales.
Comparativa que evidencia la desigualdad
Las cifras confirman el rezago de La Altagracia, provincia donde se ubica Punta Cana, frente a otros polos del país:
- La Altagracia: 67 proyectos en ejecución (65 de estos en Higuey), con un costo promedio de RD$151.5 millones por proyecto.
- Santiago: 204 proyectos, con un costo promedio de RD$748.2 millones por proyecto.
- Santo Domingo: 354 proyectos, con un costo promedio de RD$1,120 millones por proyecto.
La diferencia es abismal. Pese a que Bávaro–Punta Cana es la “locomotora” del turismo nacional y genera miles de millones de dólares en divisas, es la provincia turística que menos inversión en obras recibe.
Una deuda con la capital del turismo dominicano
La falta de planificación y la ausencia de inversión estatal ponen en riesgo el desarrollo sostenible de Bávaro–Punta Cana. La comunidad, los empresarios y el sector turístico claman por acciones concretas que garanticen infraestructura moderna, servicios básicos dignos y seguridad para residentes y visitantes.
El turismo dominicano no puede sostenerse sobre la base de una comunidad olvidada. Bávaro–Punta Cana merece recibir, al menos, una parte proporcional del valor que genera para el país.
Marcelo Ballester, Director-Editor Online Plus










