Estados Unidos.- Apple se ha convertido en un símbolo del ambicioso plan de India para posicionarse como un centro global de manufactura, desplazando gradualmente su dependencia de China. Este cambio estratégico tiene implicaciones importantes no solo para el sector tecnológico, sino también para regiones emergentes como Punta Cana, que buscan diversificar sus economías a través de inversión extranjera directa y desarrollo de infraestructura.
La decisión de Apple de trasladar una porción significativa de su producción de iPhones a India se aceleró a raíz de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, especialmente durante la administración de Donald Trump, y por los efectos negativos de los estrictos confinamientos por Covid-19 en China. Para finales de 2024, Apple planea importar la mayoría de los iPhones que vende en EE.UU. desde India, lo que subraya un cambio profundo en la estrategia global de manufactura.
Actualmente, India representa el 20% de la producción mundial de iPhones, con proyecciones de alcanzar el 40% para finales de 2026. Esta transformación posiciona a India como un modelo exitoso de cómo los países pueden atraer inversión mediante políticas proindustriales, apertura comercial y estabilidad regulatoria.
Para destinos turísticos como Punta Cana, este movimiento ofrece una lección clave: la diversificación económica y la inversión en infraestructura tecnológica pueden abrir puertas a nuevas fuentes de desarrollo, más allá del turismo tradicional. El sector de hospitalidad puede beneficiarse directamente de esta tendencia, atrayendo a empresarios, inversionistas y profesionales globales interesados en destinos que combinan belleza natural con entornos modernos de negocios y vida.
Además, el fortalecimiento de cadenas de suministro regionales, impulsado por el ejemplo de India, plantea oportunidades para que República Dominicana fortalezca su posición en el Caribe como un centro de servicios logísticos, tecnológicos y turísticos de alto nivel.
La visión de futuro del país, liderada por alianzas público-privadas e inversión en talento humano, puede ser clave para replicar este tipo de éxito. El caso de Apple e India demuestra que con planificación estratégica, incluso los destinos turísticos pueden convertirse en nodos de innovación y crecimiento industrial.
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